Sal 22:3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Todos tenemos un lugar, un ambiente donde disfrutamos pasar nuestro tiempo. Tenemos bien definidos los elementos que no pueden faltar en ese lugar. Para algunos hombres, podría ser la sala de entretenimiento donde un buen sofá, una gran pantalla, un moderno equipo de audio y algunos otros elementos no deben faltar. Seríamos capaces de pasar mucho tiempo en ese ambiente, en el cual las horas pasan sin que lo notemos, quizá viendo una buena película o escuchando nuestra música preferida.
Para un músico, su espacio preferido podría ser un aposento acústicamente diseñado con varios instrumentos donde sería capaz de pasar gran parte de su vida practicando y ejecutando su música preferida.
Al igual que nosotros, Dios también tiene su ambiente favorito. Es un espacio que Él mismo diseñó y tiene todos los elementos que Él ama. Cada detalle nos revela su corazón, sus gustos, lo que le causa deleite.
Cada vez que Dios nos abre una puerta y nos muestra el lugar de su habitación, vemos cada detalle en su lugar preferido: un trono, seres que no cesan de adorar continuamente, un ambiente de santidad, una actitud de honra, humillación y reconocimiento, música, cánticos, ovación, bullicio, contemplación, admiración, alabanza, exaltación y rendimiento.
Cuando David le construyó una tienda a Dios, y puso en ella todos esos elementos que le proveen a Dios su ambiente predilecto, logró mantener al Creador, ese al que los cielos de los cielos no pueden retener, viviendo de manera permanente en ese humilde aposento, sencillamente Dios estableció en ese lugar su trono, mientras hubo adoración.
La clave está clara para aquellos que anhelamos a Dios habitando entre nosotros. Construye y establece con tu adoración su hábitat, su ambiente predilecto.
La adoración es el lugar de la habitación de Dios
Pastor Minor Ceciliano
Comunidad Internacional de Adoradores
Estableciendo Adoracion en las Naciones
Email: minorceciliano@hotmail.com
Tel:(506)2230-1470