10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. Efesios 2:10
He estado inquieto en este ultimo tiempo, porque cada vez que veo a la gente servir, noto que el servicio ha tomado un formato similar a lo que vivimos en el ambito laboral, donde escalas posiciones en las iglesias por tu desempeño, rendimiento o tu capacidad de ser efectivo en lo que te piden, pero el servicio que hacemos en la iglesia debe trascender el solo hecho de ser efectivos o productivos en una labor, el servicio a Dios tiene que ver con el corazón, los que servimos a Dios no podemos dejar de lado el corazón, la intención por la cual hacemos lo que hacemos.
El servicio a Dios no es solo un tema de actividades. Cuantas veces nos hemos escondido en el servicio para sostener una comunión con Dios, debemos recordar por qué servimos a Dios.
26 Entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, 27 y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. 28 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos». Mateo 20:26-28
Para ser un siervo debes pensar como siervo. Dios esta mas interesado en por que hacemos las cosas que en lo que hacemos. Los siervos se enfocan mas en otros que en si mismos, no puedes ser siervo si estas lleno de ti mismo, solo cuando nos olvidamos de nosotros mismos podemos hacer cosas que realmente merecen ser recordadas.
A falta de intimidad muchos se esconden en la actividad.