Mi Luz y Mi Salvación

Mi Luz y Mi Salvación

“El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” Salmo 27:1

En un mundo donde la incertidumbre golpea como tormenta, el salmista David nos recuerda algo profundo: nuestra verdadera seguridad no depende de las circunstancias, sino de la presencia de Dios.

David no escribió este salmo desde la comodidad, sino desde el peligro, el exilio, la persecución. Sin embargo, comienza con una declaración de fe que desafía todo miedo: “El Señor es Mi luz… Mi salvación… la fortaleza de Mi vida.”

Dios alumbra nuestra oscuridad: Cuando no sabemos qué hacer ni a dónde ir, Su luz nos guía. No necesitamos ver todo el camino, solo confiar en quien lo ilumina.

Dios es nuestra defensa: Aunque se levanten enemigos, aunque vengan tiempos difíciles, Él pelea nuestras batallas. Él es escudo alrededor nuestro.

La presencia de Dios es nuestro mayor anhelo: David dijo: “Una cosa he demandado al Señor… que esté yo en la casa del Señor todos los días de mi vida.”

“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes.” Salmo 27:13

Kenneth Madriz

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